martes, 1 de diciembre de 2009

Soph


El padre fulminó a Jesse con una mirada.

-Vale, vale... Papá-dijo corrigiéndose, parecía que no le gustaba que su hijo lo llamase por su nombre de pila.Rissuka estaba rígida, el hombre la abrazaba con fuerza y ella quería respirar y tumbarse de nuevo en la cama porque le costaba mucho moverse y prefería estar recostada sobre la camilla. Rissuka cerró los ojos resignándose al abrazo de su padre y escuchó unos pasos rápidos y cortos que se acercaban cada vez más a la habitación. Aquellos pasos se fueron intensificando y acabaron justo al lado de su cama…¿otra visita? James fue deshaciendo el abrazo que la unía con su hija y la tumbó en la cama delicadamente girándose a la persona recién llegada.

-Sophie,¿qué haces aquí?- preguntó extrañado Jesse a la persona que acababa de llegar.

-Me dejaste sola en la entrada-dijo una voz infantil, aguda y muy dulce, medio gritando-.Y sabes que a mi no me gusta la entrada.

Rissuka abrió los ojos para ver a aquella niña que hablaba, bajó la mirada hacia la pequeña personita de largos tirabuzones rubios y ojos azules muy grandes que corrió hacia ella y saltó sobre su cama diciendo:

-¡Summy ha despertado! No tenías que dormir tanto tiempo Summer porque sino esta noche no dormirás, ni mañana, ni pasado…-comenzó a contar con sus pequeños dedecitos parloteando sin parar.
-Vamos a dejar que Summy descanse…¿vale Sophie?-dijo Jesse cogiendo a la niña, que Rissuka supuso que era su hermana.

-Sí pero me debe un regalo de cumpleaños-decía mientras Jesse la sacaba de la habitación al pasillo, donde se encontraban Julia y el doctor Thompson.

James quedó mirando el rostro de su hija sin poder creer que esta hubiese despertado al fin después de un mes completo en coma. Acarició el pelo de su hija con ternura y esta se dejó inclinando la cabeza hacia la mano. James sonrió, Rissuka no se dio cuenta de lo que ocurría tras la imagen de su nuevo padre, hasta que fue demasiado tarde.

Los ojos se le comenzaron a cerrar lentamente y su cerebro se fue entorpeciendo, las ideas no eran claras y las imágenes de la habitación se desenfocaron. Entonces detrás de lo que había sido la imagen de James vio una bata blanca al lado de los tubos del suero, sostenía algo en la mano, no comprendía a averiguar el qué, supuso que era una jeringa ya que sus ojos se cerraron dando paso de nuevo a un sueño reparador y tranquilo. En el que aparecía la sonrisa de Jesse y la risa cantarina de Sophie… pero para nada la imagen de Scarlight o cualquier otro ángel que ella hubiese conocido, su mente en ese momento no se acordaba de ellos… solo de su nueva familia.