jueves, 19 de noviembre de 2009

Cadena



Cuando la noche cubre el cielo con su manto de luto bordado en carbón y con la plata más fina, la ciudad de Tokio se sume lentamente en la oscuridad, dando paso a la luz artificial, de carteles, edificios y del tráfico. Los jóvenes charlan animadamente por las calles en diversos grupos, las parejas pasean agarradas de la mano, las madres vuelven a casa con sus hijos y algunas personas andan a estas horas a solas y sin rumbo fijo; estas últimas son las más vulnerables.
Una chica menuda de melena corta y oscura, cuyos ojos eran negros cual azabache, pasaba por uno de los muchos pasos de cebra de la ciudad, en los últimos parpadeos del muñeco luminoso. Se paró en seco en mitad de la carretera cuando le dio un escalofrío, entonces sus ojos se tornaron de un color rosa fuerte… cosa de lo que nadie se dio cuenta. Continuó caminando elegante y segura pero con andares lentos, esperando a que ocurriese algo.

Un camión que excedía los límites de velocidad, ya que el conductor iba ebrio, pasó con rapidez por el paso de cebra, notando un choque frontal con su vehículo. El hombre bajó del camión cuando la gente comenzó a rodear el bulto que había en el suelo aovillado, destrozado y cubierto de sangre. Aquella chica de melena oscura estaba en el suelo con las costillas rotas, brazos y piernas destrozados y sangre caliente saliendo por la boca rozando sus carnosos labios y cubriéndolos de un intenso rojo. Sus ojos volvían a ser negros y su rostro expresaba sorpresa…

Si esa chica no hubiese tenido un escalofrío, sino se hubiese parado, si sus ojos no se hubiesen tornado de un tono rosáceo, si el conductor no hubiera estado borracho y no excediese los límites de velocidad, aquella chica no habría muerto y hubiera conseguido pasar el paso de cebra sin un hueso roto. Pero claramente todo esto tenía que ocurrir. ¿Sino, para qué sucedió?

1 comentario:

  1. jajjajaj, te encontre!! sabes quien soy??
    Ya me veras, ahora puedo seguir leyendo!!
    jajjajajaj. Te dije que me gusta, no?? besos!

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